domingo, 27 de enero de 2019

Canchal de la Ceja. Sierra de Béjar

 Nuestro Grupo de Montaña ha tenido su bautizo de nieve. En un día perfecto de montaña invernal, con sol y sin viento, hemos coronado el techo de la Sierra de Béjar.



 El día anterior realizamos un agradable viaje en furgonetas camino del Albergue Juvenil Llano Alto, donde pasamos la noche atendidos maravillosamente por todo el personal del albergue. Gracias.
 No faltó el taller de crampones después de la cena. Con la emoción puesta en el día siguiente nos fuimos a la cama tras una vistosa función de fuegos artificiales.
 Nutritivo desayuno y en seguida las lanzaderas de nueve plazas nos llevan hasta los 1850 metros de la plataforma El Travieso. A partir de ahí, encaramarse a los 2428 m de la cumbre será cosa de nuestras piernas... y nuestra mente.
 El grupo es heterogéneo en muchos aspectos, -la edad, por ejemplo-; sin embargo se respira una gran unidad que irá en aumento a lo largo de la jornada.
 Ayer partíamos de Badajoz, atravesamos Cáceres para pasar la noche en Salamanca. Ahora ascendemos las rampas que nos llevarán a la frontera con Ávila.

 Desde la Cuerda del Calvitero saludamos al pico Almanzor en lontanza.
 Seguimos avanzando, jugando, echando un rato en familia en una suerte de parque de atracciones muy particular.





 El momento del refrigerio llega junto al Monolito de la Virgen. Desde aquí divisamos el objetivo final de nuestra marcha: El Canchal de la Ceja.




 Las últimas pendientes nos obligarán a sacar energía del interior, para eso todos estamos capacitados.


 ¡Lo conseguimos!







 Orgullosos de habernos superado a nosotros mismos, contentos por compartir esta hazaña con tan fenomenal compañía, agradecidos profundamente por la oportunidad de encontrarnos y reconocernos en estos lugares que no hacen más que ensancharnos los horizontes. Todos los horizontes.
Hora de volver.









2 comentarios:

  1. Acabamos de actualizar nuestras entradas de Béjar y Hornachos con aportaciones fotográficas de Martín y Santos respectivamente. A seguir disfrutando.

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  2. Últimamente choco contra paredes y reboto una y otra vez. Quién pudiera aprender del viento a chocar y elevarse hacia el azul. El
    Canchal es un buen aula para aprender esta lección. Estad agradecidos.

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